lunes, 13 de abril de 2009

Fidelidad

A ver... ¿Cómo lo explico? O, pensándolo bien, este post no necesita explicación. Este fragmento va a ser parido crudo y sin cocción. Son las 4.47 de la madrugada. Es una de esas noches en las que salto de la cama después de muchas vueltas sin conciliar el sueño, con la entrañable necesidad de plasmar lo que me plasma adentro. Traigan urgente un medio de expresión que tengo una emergencia literaria, si es así como podríamos llamar a este episodio inesperado. Basta de gracia por un tiempo que voy a ponerme serio, y cuanta falta que hace a veces...

Ínfimos trozos de lucidez se revelan, revolotean adentro y colapsan. Emergen las palabras inconexas en cuyo fin, también estás vos, tu paráfrasis y tu bagaje de experiencias al que le llamas vida. Y de pronto pensas en viejas épocas que a su vez, evocan viejas relaciones y desembocan en viejos "vos", en viejos "yo". Reflexionar tal vez, en cómo cambia la vida los núcleos más fuertes de uno mismo de maneras casi imperceptibles, y uno hasta parece dejar de ser uno, siendo igualmente, el mismo.

Viejas fidelidades. ¿Quién no guarda en sus haberes amistades que solían sostener los grandes muros de las edificaciones nuestras? Hoy parecen ser escombros olvidados en el viejo sótano de algún edificio abandonado. ¿Qué tan importantes fueron? ¿Qué tan cardinales fuimos?... ¡Cuánta amistad congelada!

Y pensas ahora en un "alguien" que prometía estar siempre y al que le prometiste estar siempre. Resulta que hoy, al arrancar la ingenuidad atorada, te das cuenta que las promesas, tal como las entendías, ya no existen. Porque son solo frágiles raciones de deseo. Porque son solo inconscientes pedazos de memoria. Porque las promesas no sirven para ser cumplidas. No. Sirven para tener un motivo por el cual seguir caminando, hasta que indefectiblemente, se acaban.

¿Qué tan alto somos capaces de prometer sin que las cejas tiemblen? ¿Qué tan fieles podemos llegar a ser? ¿Será el tiempo el culpable? ¿Será la distancia, el olvido egoísta, el ego mismo? ¿Será el descuido, la pérdida de los días? ¿O será, acaso, todo eso?...

¿Fidelidad?

7 comentarios:

Movimiento Juvenil Dominicano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Amigo me confundi y comente como MJD jajajaja
Que tema tan cumplicado en el que te metisteee!!!
Pero si las promesas no son para cumplirse entonces eso que llamamos fidelidad no existe.
Me encanto como siempre!

TINTA CHINA | Comunicacion Visual dijo...

Amigo, cto pensamiento revolotea dentro suyo!, la inocencia que alguna vez tenemos el tiempo la va carcomiendo, con cada persona que dice ser cosas que no son, cada vez que nosotros prometemos cosas q sabemos que no podemos cumplir, vamos mutando o realidad va saltando a la luz lo que realmente somos, aunque no deseemos serlo! Ud siempre haciendo funcionar mi cabeza, que a veces, por salud mental, prefiero dejarla quieta!!! Besos Varios

Anónimo dijo...

La fidelidad siempre es con uno mismo, con permitirnos mutar porque alli esta el crecimiento. Con cambiar viejos ropajes porque cambiar no es traicionar si podes sentir la carne y los huesos humedecerse, doler, estirarse y renovarse finalmente.
Si lo que corre por tus venas podria ser clorofila que te da la virtud de colorearte con los pensamientos y los sentires esas experiencias acumuladas que llamas vida va generando sentido por si misma...
Te quiero y sabe que me inspiras

Patty *Bolivia* dijo...

Mi querido amigo Kazzz:

¡Cierto! Tantas promesas viejas, hechas y no cumplidas, quizás algunas todavía vivas y otras muertas, tantas emociones, tantos deseos congelados como dices ... y en la mente todavía resuenan estas palabras: "NUNCA TE ABANDONARÉ"
Creo que esa noche renaciste profeta y pudiste estar en la cabeza y corazón de "algunos"... Me hiciste pensar "mares y oceanos" No quiero ser escombro...

Estoy contigo... LA DEL NORTE

Lapsus dijo...

Vos nunca vas a ser escombro y esto no es una promesa porque no me hace falta prometer nada, y así siento que el afecto es más genuino y no está atado a las plabras...
¡Como me gusta hacer pensar mares y oceanos!
Nunca vas a ser escombro...

Anónimo dijo...

no pensas escribir nunca mas????